Los nuevos avances en odontología nos permite poner solución a casi todo tipo de problemas, entre ellos, la estética dental de algunos dientes con color oscuro y formas irregulares. La carilla dental funciona como tratamiento estético para enmascarar estas anomalías, consiste en una pequeña y fina lámina fabricada de porcelana o composite, que se adhiere a la capa superficial del diente para tapar problemas. Se emplea en reconstrucciones estéticas para mejorar la imagen externa de la dentadura, puesto que modifican la forma, el brillo, y color.
En situaciones como manchas superficiales en los dientes que no responden bien a tratamientos de blanqueamiento dental, en alteraciones en la forma o posición del diente, una carilla dental puede ser la mejor opción. Sin olvidar que la función de la carilla dental es principalmente estética, no es una solución a problemas de salud bucodental.
Ventajas de las carillas dentales
- Corrección de alteraciones: Las carillas dentales corrigen alteraciones de tamaño, color y forma de los dientes. Corrige la apariencia de dientes desgastados, rotos o con defectos en el esmalte.
- Resultado duradero: pueden durar unos 10 años siempre y cuando se tenga un buen mantenimiento.
- Aspecto natural y bonito: Las carillas dentales están fabricadas con la intención de simular la apariencia de un diente original. Proporcionan un aspecto natural que potenciará la estética de la sonrisa.
- Altamente resistentes: están fabricados con materiales de alta resistencia, el paciente puede hacer vida normal sin percatarse de la carilla estética.
¿Cómo se colocan las carillas dentales?
Un profesional en odontología es quien tiene que recomendar la utilización de carillas según la situación del paciente. Primeramente el dentista tomará medidas previas de la boca, se realizará un modelo de cera para simular el resultado del tratamiento. Se colocarán unas carillas provisionales para evitar el deterioro de la preparación de los dientes.
Las carillas dentales se colocarán en la superficie del diente quedando adherida y adquiriendo una resistencia a la fractura comparable a la que tiene un diente original.
Una vez colocadas las carillas hay que tener un cuidado y mantenimiento adecuado. Se llevará a cabo un cepillado diario después de cada comida principal, es aconsejable utilizar una pasta dental con fluoruro no abrasivo para no dañar la superficie de la carilla. Como ya hemos comentado las carillas son muy resistentes pero al igual que un diente normal, se han de evitar ciertas acciones como abrir objetos con los dientes, masticar hielo o morder las uñas.
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